¿Por qué sigues fumando? 

¿Por qué sigues fumando? 

El 31 de mayo de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y numerosas organizaciones internacionales centrarán su atención en los peligros del tabaco conmemorando el Día Mundial Sin Tabaco. 

1.300 millones de personas persisten en fumar. Los hombres constituyen la mayoría de los fumadores.

A pesar de la gran cantidad de información acumulada en los últimos años, las convincentes campañas publicitarias contra el tabaquismo y los mensajes de prevención dirigidos a los jóvenes, demasiadas personas todavía inician o continúan fumando. Según las estadísticas de la OMS, más de 8 millones de personas sucumben a las muertes relacionadas con el tabaco cada año. Mientras tanto, 1.300 millones de personas persisten en fumar, y un asombroso 80% de ellas residen en países de ingresos bajos y medios. Los hombres constituyen la mayoría de los fumadores1

Los datos de Estados Unidos indican que el 90% de los fumadores adultos comenzaron a fumar antes de cumplir los 18 años, y el 8% de los adultos jóvenes de 18 a 25 años fuman regularmente2

En los últimos años, los hábitos de los fumadores (jóvenes) han cambiado sutilmente con la introducción de cigarrillos electrónicos, que pueden ayudar a reducir el consumo de tabaco. Para algunos, los cigarrillos electrónicos representan un paso significativo hacia la mitigación de la adicción al tabaco y el riesgo de enfermedades relacionadas con el tabaco. Para otros, este nuevo tipo de cigarrillo simplemente cambia el problema de la adicción entre jóvenes y adultos.

Según varios estudios científicos recientes, los beneficios del uso de cigarrillos electrónicos siguen siendo un tema de debate. Si bien los análisis toxicológicos revelan claros beneficios para los cigarrillos electrónicos (ausencia de derivados del alquitrán u otras sustancias tóxicas), otros estudios indican efectos perjudiciales sobre el sistema respiratorio, como irritación de las vías respiratorias, un aumento de los marcadores inflamatorios y un efecto citotóxico local3

Sin embargo, la pregunta sigue siendo: si las personas entienden que fumar es perjudicial para su salud y puede conducir a enfermedades graves y complicaciones de salud, ¿por qué los jóvenes inician el tabaquismo y por qué las personas persisten en fumar? 

Varias explicaciones posibles han sido exploradas y debatidas durante mucho tiempo en los medios de comunicación. En cuanto a los jóvenes, muchos adolescentes están navegando por vidas complejas, buscando su lugar dentro de su familia y la sociedad. En la transición entre la infancia y la edad adulta, a menudo aspiran a copiar modelos a seguir. Esta es la razón principal detrás prohibiciones sobre la representación del consumo de tabaco en el cine, la televisión y otras plataformas publicitarias, para evitar la proyección de una imagen «cool» que pueda influir en los jóvenes para que comiencen a fumar. 

Muchos adolescentes están navegando por vidas complejas, buscando su lugar dentro de su familia y la sociedad. En la transición entre la infancia y la edad adulta, a menudo aspiran a emular modelos a seguir.

En cuanto a los adultos que continúan fumando a pesar de conocer sus implicaciones para la salud, los médicos son testigos de este fenómeno casi a diario. Los pacientes los consultan debido a problemas cardíacos o pulmonares o, lo que es más crítico, a signos tempranos de cáncer. Sin embargo, incluso frente a estas terribles circunstancias, muchos pacientes persisten en fumar. Según un estudio de 2017, el 30% de los pacientes que han desarrollado problemas cardiovasculares (insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, etc.) continúan fumando a pesar del consejo médico4

¿Por qué?

Varias razones sustentan por qué las personas persisten en fumar a pesar de una comprensión clara de los riesgos o la presencia de complicaciones médicas existentes: 

  • Adicción: La nicotina, una sustancia química en el tabaco, interactúa con ciertas áreas del cerebro, lo que resulta en adicción. El tabaco funciona como una droga real, y como todas las drogas, dejar de fumar puede llegar a ser inmensamente desafiante. Fumar estimula los circuitos neuronales asociados con el placer y el bienestar. 
  • Hábitos: Una vez establecidos, los hábitos pueden ser difíciles de romper. Muchos «trucos», como masticar chicle o usar otros sustitutos orales (como palillos de dientes), pueden ayudar a cambiar este hábito. 
  • Influencia social: Encontrarse en un entorno familiar o social donde otros continúan fumando puede complicar la decisión de dejar de fumar. Esto es evidente en las familias donde ambos miembros de la pareja fuman, lo que dificulta que un miembro deje de fumar si el otro continúa fumando. 
  • Negación: La mayoría de los adultos que continúan fumando entienden que es perjudicial para su salud. Sin embargo, persisten, a menudo debido a un mecanismo de defensa psicológica conocido como «negación». Un estudio sugiere que entre el 30% y el 50% de las personas que usan sustancias ilícitas exhiben alguna forma de negación. Esta negación interfiere con el reconocimiento del problema, ya sea minimizándolo (por ejemplo, «No soy un fumador empedernido») o ignorándolo por completo (por ejemplo, «no me concierne»)5
  • Dependencia y deseo: La nicotina, como todas las drogas, conduce a una forma de adicción en los circuitos cerebrales, y la interrupción de este ciclo resulta en síntomas fisiológicos conocidos como deseo. Estos síntomas pueden manifestarse como nerviosismo, irritabilidad, trastornos del sueño, agresión, depresión, etc., dependiendo del individuo. 

Dejar de fumar no es fácil, y el tabaco debe tratarse como una droga real. Si bien no es tan peligroso como la cocaína o la heroína, no se puede subestimar su potencial de complicaciones desastrosas para la salud a largo plazo. Recuerda, el tabaco es una de las principales causas de cáncer de pulmón y está asociado con varios otros tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares y pulmonares. 

Sigue siendo esencial destacar continuamente estas cuestiones, en particular a los jóvenes, y promover debates con especialistas capacitados específicamente para abordar este tema. 

Referencias

1. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/tobacco 

2.https://www.cdc.gov/tobacco/data_statistics/fact_sheets/youth_data/tobacco_use/index. .htm 

3. Patricia Marques, Laura Piqueras et al. Una visión general actualizada del impacto del cigarrillo electrónico en la salud humana. 2021 Mayo 18;22(1):151. DOI: 10.1186/S12931-021-01737-5. 

4. Yoo Kyoung Lim, Dong Wook Shin et al. Tabaquismo persistente después de un evento cardiovascular: un estudio retrospectivo nacional en Corea. PLOS uno. 2017. 19 de octubre. doi.org/10.1371/ journal.pone.0186872 

5. Andy C Dean, Milky Kohno et al. Negación en usuarios de metanfetamina: Asociaciones con la cognición y la conectividad funcional en el cerebro. Dependencia del alcohol de las drogas. 2015 Junio 1;151:84-91. doi: 10.1016/j.drugalcdep.2015.03.004. 

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