La mayoría de los alimentos contienen grandes cantidades de sal. De hecho, estamos comiendo más sodio (la sal de mesa es químicamente cloruro de sodio) de lo que pensamos. Un adulto medio (¿americano?) consume unos 3.400 mg de sal al día. Sin embargo, la ingesta diaria recomendada es menos de una cucharadita de sal, que es de 2.300 mg al día.
La pregunta es, ¿por qué deberíamos reducir nuestra ingesta de sal? ¿Beneficiará al cuerpo de alguna manera? Aquí está todo lo que necesita saber sobre el impacto del sodio en la salud en general.
Impacto de la sal en la salud
Nuestro sistema, para funcionar correctamente, necesita una pequeña cantidad de sal. Cuando comemos demasiado, deja un impacto drástico en nuestros cuerpos y altera el equilibrio natural (homeostasis). Esto es porque el cuerpo siempre se esforzará por mantener la homeostasis, y cuando se produzcan desequilibrios, el cuerpo tratará de compensarlos: esto provoca una cascada de eventos (liberación de hormonas) que eventualmente llevan a un daño.
El alto consumo de sodio puede aumentar la posibilidad de una alta presión sanguínea. Mientras que la presión arterial alta es a menudo el resultado de la insuficiencia renal, complicaciones cardiovasculares y enfermedades del corazón de manera general.
Los científicos estiman que cuando hay demasiada sal en el sistema, nuestro cerebro experimenta una intensa estimulación que nos hace sentir sed. Como resultado, necesitamos beber más para eliminar la sal a través de la orina.
Fuentes de sal ocultas
Más del 70% de la sal proviene de productos empaquetados y preparados. Alimentos como hamburguesas, pizzas, pan (una fuente importante a menudo ignorada), queso, bocadillos salados, sopas, tacos, etc., están envasados con sal. No sólo les da un buen sabor, sino que también les da textura. Es por eso que muchas compañías dependen del sodio en sus comidas.
¿Por qué menos sodio?
Según la Asociación Americana del Corazón: cuanto más controle su consumo de sal, más fácil será controlar la hinchazón y la presión sanguínea. Según los informes, si los estadounidenses redujeran su consumo de sal a 1.500 mg de sal al día, podrían disminuir sus niveles generales de presión arterial en un 25,6%. Esto podría ayudar en gran medida a reducir sus riesgos de problemas cardíacos a largo plazo.
Consejos para reducir el consumo de sal
Cualquier persona puede controlar la cantidad de sal que consume. Todo lo que se necesita es un poco de precaución. Aquí hay un par de consejos que pueden ser útiles.
– Concéntrese en las verduras o carnes frescas o congeladas – Los productos frescos son una excelente opción. Aunque no sean de su agrado, puede sazonarlos más tarde con hierbas y especias (sin sal) y así reajustar el sabor.
– Busque las etiquetas de “bajo en sodio” – Algunos alimentos contienen más sal que otros. Los que llevan la etiqueta “sin sal” o “con sal reducida” suelen ser la elección ideal.
– Una opción – si no tiene problemas de riñón – es usar sal de potasio (cloruro de potasio – como LoSalt. Sin embargo, siempre hable de esto con su médico en caso de que tenga problemas renales.
– Sea selectivo: si necesita comprar comidas empaquetadas, asegúrese de que los productos se venden con menos de 600 mg de sal. De esta forma, optará por una alternativa más saludable sin dejar de obtener el sabor suficiente.
Conclusión
La sal es un nutriente clave y nuestro cuerpo necesita sal. Pero, cuando comemos demasiado, exponemos nuestro sistema a problemas de presión sanguínea y problemas cardíacos. Use los consejos que se enumeran aquí para encontrar las tácticas ideales para controlar su consumo de sodio.
Referencias
https://www.fda.gov/food/nutrition-education-resources-materials/sodium-your-diet
https://www.nih.gov/news-events/nih-research-matters/how-body-regulates-salt-levels
https://www.heart.org/en/healthy-living/healthy-eating/eat-smart/sodium/sodium-and-salt
https://health.clevelandclinic.org/know-salt-hiding-food/
https://www.cdc.gov/salt/reduce_sodium_tips.htm